Carly y Stef lo dejan todo durante un año para centrarse en el tratamiento de su hijo Oskar, de dos años, al que le han diagnosticado autismo severo. Unos años antes, al hijo mayor de Carly también le fue diagnosticado autismo, pero con terapias y cambios en su dieta, pudieron mejorar significativamente su diagnóstico. En este documental varios adultos con autismo, incluida la doctora Temple Grandin, comparten sus experiencias personales y nos ayudan a conocer el mundo de Oskar. “Si tienes un hijo de dos o tres años, que no habla, lo peor que puedes hacer es no hacer nada. No me importa cuál sea el diagnóstico, tienes que empezar a trabajar con ese niño ya, porque todas las investigaciones, toda la experiencia práctica demuestra que la intervención temprana es realmente importante”, aconseja la doctora.