El cuento de la doncella 1990
En un futuro no muy lejano sólo unas pocas mujeres pueden tener hijos. Éstas, llamadas "doncellas", sólo pueden tener relaciones sexuales con el fin de procrear y deben cubrir su cuerpo, manos y rostro con una túnica roja que las identifica e impide que otros hombres puedan verlas. Kate —que tras ser entregada al Comandante Fred recibe el nombre Defred para identificar a quien pertenece— trata de escapar de esa fascistoide sociedad enfermiza, religiosamente fundamentalista y tiránica, aunque sabe que cualquier transgresión está penada con la muerte, como le recuerdan constantemente los cadáveres colgados en las alambradas que rodean el estado de Gilead.