¡Por fin solos!

¡Por fin solos!
Arturo está casado con Elena y tiene cuatro hijos ya mayores. Cuatro maravillosos hijos, la alegría de cualquier padre. Sólo que aún viven en casa. Arturo es escritor y ése es un trabajo que requiere paz, silencio y concentración, precisamente lo que no existe en casa de Arturo. Su editor, que es también amigo y confidente, le abre los ojos: lo que sucede es que tiene al enemigo dentro de casa. Debe iniciar la reconquista del territorio perdido y convencer a sus hijos de que deben empezar una nueva vida fuera del hogar familiar. En complicidad con Elena, Arturo decide emprender una especie de guerra de guerrillas contra los invasores, cortándoles los suministros de alimentación y las fuentes de energía. Pero los chicos no se dan por vencidos fácilmente.